“Camino
en el campo con árbol”, indica el inicio de Esperando
a Godot.
Hamm
y Clov, los protagonistas de Fin de
Partida habitan un espacio cerrado,
asfixiante. Sólo dos pequeñas ventanas testimonian un difuso e inaccesible mundo exterior. Nagg y
Nell, los padres de Hamm, viven en tachos de basura. Los personajes de Play son cabezas parlantes atrapadas en
urnas. En La última cinta de Krapp el
mundo exterior es apenas un recuerdo que evoca la voz extraña de una cinta
magnetofónica. Winnie, la protagonista de
Los días felices, en una singular conjunción de vacío y encierro, está
hundida en un montículo de arena, primero hasta la cintura y luego hasta el
cuello, un montículo ubicado en un lugar desértico. Una especie de nada.
El
espacio en la obra de Samuel Beckett oscila entre la vaguedad de sitios cuasi
desérticos, indefinidos, una suerte de “no-lugares” en el sentido desarrollado
por Marc Augé donde los personajes deambulan o simplemente están, y espacios
cerrados, agobiantes. Acaso el propio mundo interior.
Los
personajes de Tejido abierto. Tejido Beckett,
un montaje del director Jorge Eines sobre textos de Beckett, merodean una
estación de trenes abandonada. Un riel atraviesa el escenario marcando una
ausencia. La ausencia presente de ese tren que no llegará nunca. No está el
tren, está la espera. Las criaturas de Eines están pobremente vestidas con
ropas color tierra. Cada uno arrastra trabajosamente una valija.
Aquí
conviven las dos concepciones de espacio presentes en la dramaturgia de Beckett,
el “no lugar” plasmado en ese lugar de tránsito que es una estación de tren, en
este caso muerta. Y lo cerrado en esa maleta que cada personaje carga. Cada uno, su cuerpo constreñido a la valija, porta su propia interioridad. Cada uno carga su propio espacio.
Cuerpos
a la intemperie. Cuerpos encerrados.
Fragmento de la ponencia El yo en el teatro del No Yo, Lydia Di
Lello (IX Festival Beckett, Buenos Aires,
diciembre 2014), una mirada sobre Tejido
Abierto Tejido Beckett, montaje del director Jorge Eines sobre textos de
Samuel Beckett. Estrenado en el Festival de Otoño de 2010 en el Teatro Español
de Madrid y presentado en el Teatro Nacional Cervantes de Buenos Aires,
temporada 2011.