Hay quien dijo que lo más profundo es la piel. Como sea, la piel es la frontera con el mundo. La superficie de la belleza y el lugar de las heridas. Aunque lo disimule, el ojo también es piel. Una particularmente vulnerable. El exterior/interior se organiza en la mirada. Este espacio tiene que ver con la construcción de un modo de mirar. Una forma de subjetividad a través de un modo de mirar teatro.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Los rostros que no somos

Gabriel Chamé Buendía en Last Call
El rostro es un lugar y el tiempo de un lenguaje, diría David Le Breton. En los viajes esas dimensiones no funcionan. Uno es lo que el pasaporte dice que es.¿Ahora, quién es uno? No nos parecemos en nada a esa imagen tres cuartos de perfil que exhibe nuestro pasaporte; la imagen ficticia de nuestra identidad legal.
La identidad del sujeto se define como un proceso discursivo, por tanto, dinámico y cambiante.Un proceso equiparable al “devenir”. Este devenir que nos constituye jamás podría ser capturado en una fotografía. La imagen apresada en el documento es inauténtica, mentirosa.
Este vacío del ser patentizado en la foto del pasaporte se hace risas en una situación trágica pero a la vez hilarante en Last Call, el unipersonal del inigualable Gabriel Chamé Buendía.
“Usted no corresponde al de la fotografía. Usted no es identificable. Usted no es Usted”, le dirán a Piola cuando exhiba su pasaporte. Desesperado por probar su identidad hará lo posible para parecerse a la foto sometiéndose a ese modo del control de un deber ser difuso, pero inapelable como la culpa.
Una vez aprobada la validación del pasaporte y del pasaje, Piola -como todo pasajero que, precisamente, pasa- adquiere el derecho de circular por el aeropuerto en un estado de “presunta inocencia”, estado que puede revertirse ante el más mínimo incidente. Piola, en un confuso episodio, pasa a ser un sospechoso y es conducido a una sala de interrogatorio.
Encerrado en una cabina, ajeno a lo que viene, juega, como un niño, en la superficie espejada del cubículo. Juguetón, gesticula y al hacerlo suspende el orden simbólico que rige los signos de su rostro. Hay un eje de organización en el rostro que rige la interacción social. En las muecas se quiebra ese orden, irrumpe el principio de placer y el sujeto se aleja sorpresivamente de “los deberes de expresión”. Las muecas de Piola son, entonces, una provocación lúdica que desorganiza. Rompe el orden habitual de la comunicación.
Pero es reprimido, lo vuelven bruscamente al orden, al eje ordenador del rostro según el principio de realidad.

Fragmento de: ¡I am! Identidad y clown en Last Call de Gabriel Chamé Buendía, Lydia Di Lello, presentado en las XXI Jornadas Nacionales de Teatro Comparado. 

jueves, 26 de noviembre de 2015

En cartel: Inestable

Sutottos, Inestable
Fóbicos, deprimidos, exaltados, paranoicos, obsesivos, melancólicos, más que inestables, Los Sutottos. Andrés Caminos y Gadiel Sztryk, bajo la tutoría de Andrea Garrote presentan esta pieza hilarante estrenada en el marco de la Bienal Arte Joven 2015-2016.                            
Ficha técnica:
Actores: Andrés Caminos, Gadiel Sztryk 
Dramaturgia y dirección: Andrés Caminos y Gadiel Sztryk 
Asistencia de dirección: Guadalupe Bervih y Manuela Bottale 
Colaboración coreográfica: Lali Chidichimo 
Escenografía: Fernando Dopazo 
Diseño de Luces: Fernando Dopazo 
Vestuario: Analía Cristina Morales 
Realización de vestuario: Patricio Delgado 
Producción: Sutottos 
Fotografía: Pablo Linietsky
Sábados 21hrs. Teatro Beckett, Guardia Vieja 3556.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Premios Teatro del Mundo 2015

 Cipe Lincovsky , Premio Homenaje 2015
El jueves 26 de noviembre, a las cuatro de la tarde, en la sala Batato Barea del Centro Cultural Rojas (Corrientes 2038) se realizará la XVIII Entrega del Premio Teatro del Mundo, período octubre 2014-septiembre 2015. El Premio Teatro del Mundo es una distinción que otorga el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la UBA desde 1998. En su decimoctava edición, integramos el Jurado setenta y cinco investigadores y críticos teatrales de la Universidad y especialistas invitados de distintos centros del país.
El objetivo es distinguir la excelencia en diferentes áreas de la actividad teatral argentina e internacional. Esta distinción se diferencia de otras porque incluye Trabajos Destacados (no nominaciones) y un Premio Mayor en cada rubro. 
Este año, el Premio Teatro del mundo en el rubro Homenaje será otorgado a Cipe Lincovsky (1929 -2015), que se fue de gira. Una actriz inolvidable. 

Ver nómina de los teatristas destacados en 2015

viernes, 6 de noviembre de 2015

Una poesía de desechos

El agobio  del mundo.
(Alecarmona fotografía)
Un mundo de contrastes. Al frente, góndolas colmadas del super “Paraíso” (sic). Apenas un giro y se alza un muro descascarado, el revés de la trama: el muro de los pobres. Huellas de pelotazos señalan que hay vida del otro lado. Del lado de los excluidos.
Estos dos universos se cruzan bajo la mirada regulatoria del orden. Los ojos desorbitados de un guardia acechan a los ladrones de pan. Situaciones trágicas que resultan hilarantes en la articulación de recursos clownescos, melodramáticos y farsescos  conjugados a un ritmo vertiginoso en Humanidad S. A., la conmovedora pieza creada por Jorge M. Costa en homenaje a Charles Chaplin.
El vagabundo cruza la frontera de la marginalidad y se interna en el mundo ominoso del consumo. Su figura vulnerable desentona en el supermercado. Sorpresivamente, en una escena de tintes oníricos, las góndolas avanzan, siniestras, apretujando los cuerpos, cuerpos atrapados en el sistema. La obra se abre, entonces, a otras texturas.
En una secuencia inolvidable, el dramaturgo concibe un singular corrimiento de aquella escena emblemática de Hitler manipulando el mundo (El gran dictador). El personaje juega con un enorme globo rojo, pero no es ya un dictador sino una suerte de Atlas. No el Atlas mítico de músculos grandilocuentes. Sino un hombrecito frágil, la espalda agobiada bajo el peso del mundo. Un mundo que finalmente lo fagocita.
Charlot se encuentra con su madre enferma en un basural. Las manos del hombrecito, manos que son mariposas, conducen a la anciana hacia un final reparador, de cuentos de hada. Un vestido fabuloso, hecho de andrajos, el carrito de supermercado convertido en un carruaje y un ramo de flores de papel de diario, transforman a la vieja mendiga en una princesa de harapos.
Antonio Berni pintó a su entrañable Juanito Laguna de pie frente a un muro de basura. Pero su mirada se eleva por sobre los desechos, Juanito observa lánguidamente la luna. En esa mirada reside la belleza. Lo bello y lo feo. Lo poético. Como en Humanidad S. A., que no es sino una poesía de desechos.

Ficha técnica
Actúan: Esteban Parola, Julia Muzio, Jorge Costa
Dirección, puesta y concepción: Jorge Costa
Asistente de dirección: Luisina Di Chenna
Asistente de piso: Laura Mickelsen
Asistente de estética, vestuario basura y elementos: Katya Assis
Asistente en Producción: Esteban Parola
Diseño gráfico: Andrés Kyle
Video: Victoria Muzio
Musica Original: Anibal Zorrilla 
Producción: Jorge Costa / Centro Cultural Adán Buenosayres
Diseño de Luces: Federico Machi
Teatro Pan y Arte, Boedo 876
Domingos 19 horas, ¡Últimas funciones!

martes, 3 de noviembre de 2015

Teatro en la tormenta

Era, cuentan, una torera  bárbara. Donde faltaba alguien, decían “Llamen a la Lucha”. "Para mí, salir al escenario, es tan lo mío -sostenía Lucha Sosa (legendaria actriz de circo)-, que yo hasta subiendo al toro me siento comodísima”.
El debut artístico de Chaplin sucedió a partir de una salida al toro. En 1894, el pequeño Charles de cinco años observaba desde  bambalinas mientras su madre estaba en escena. Su carrera estaba en decadencia, comenzaba a fallarle la voz. Durante esa función su gorjeo se quebró en medio de una canción. No se puede precisar si fue el  empresario quien  envió al niño a escena o fue por iniciativa propia que Charles, subió y cantó. Imitó la voz de Lily, incluyendo el desfallecimiento final. Fue un éxito. El público, encantado, arrojaba monedas al escenario. Cuenta la leyenda que él recogió las monedas y cantó otra canción.
Salir al toro, al público, sin previo aviso, ni ensayo, requiere del artista un enorme compromiso. Un poner a jugar el cuerpo sin retaceo. Ofrecerse  sin red. Una experiencia de esta naturaleza, una experiencia extraordinaria vivió Gabriel Chamé Buendía, por estos días en Canarias. Durante la exitosísima gira de su Othelo, un imprevisto impidió que uno de sus actores saliera a escena. Lejos de cancelar la función, Chamé lo reemplazó, ahí estuvo con su arte y su compromiso. Su cuerpo presente. Un director saliendo al toro.
Reproduzco parcialmente la carta de uno de los espectadores que Chamé compartió:
"Para mí ha sido una muestra de la profesionalidad y de las tablas que usted tiene sobre el escenario, ya que cualquier otro podría, simplemente, haber cancelado la representación, y sin embargo usted sacó adelante a ese barco de la tormenta, dejando al público con la boca abierta y en pie para aplaudir esta magnífica obra.
Su naturalidad, su frescura, su pasión por el arte se vieron reflejados sobre la escena. (...) Muchísimas gracias por hacerme conectar con el placer de jugar en la escena". Por salir al toro.


Gabriel Chamé Buendía en su Othelo. Canarias, octubre 2015.
Video Justina Grande





lunes, 28 de septiembre de 2015

Una nariz roja en lo oscuro

El teatro es un juego. Cuando un clown se coloca la nariz, empieza a jugar.
En Last call. Último llamado, el unipersonal de Gabriel Chamé Buendia, su clown, Mr. Piola, es sometido a toda serie de situaciones de control en un aeropuerto que, en la poética del artista, deviene en gags hilarantes, hasta que la magia se rompe. Brutalmente. Es despojado de su nariz roja. Despojamiento como un desgarro. Un payaso despojado de su nariz. Se acabó el juego.
"Nosotros queremos jugar", afirma Fabián Caero, el director de Tan gris, tan primaveral. Allí, la utilización de la nariz resulta conmovedora. Pobres hombrecitos, vulnerables en su fragilidad, resisten, luchan, están vivos, en una situación de muerte.
En las imágenes grotescas, la muerte no aparece como la negación de la vida, entendiendo vida en su acepción grotesca, es decir, la vida del gran cuerpo popular. La muerte es, dentro de esta concepción, una entidad de la vida en una fase necesaria como condición de renovación.
“El arte se mira, sostiene el estudioso francés Gérard Wacjman ¿Y si las obras-del-arte que se miran tuvieran también el efecto de hacernos mirar?, continúa. ¿Qué nos hacen ver? ¿Y si las obras-del-arte fuesen anteojos?”
El teatro propone un modo de mirar. Los personajes de Tan gris tan primaveral, ingresan al final vendados, pero no pierden su nariz roja. La tensión llevada al extremo.Venda que ciega los ojos y ese punto rojo en el rostro indicando cuerpo poético. Cuerpos que yacen ¿muertos? Se ponen de pie ¿vivos? Muerte y resurrección o presencias espectrales de desaparecidos. Eso sí, con una pequeña y frágil nariz roja con la que enfrentar al mundo.
Tan gris, tan primaveral







Fragmento de Una nariz roja en lo oscuro, Lydia Di Lello, ponencia presentada en el marco del VIII Seminario Internacional de Políticas de la Memoria/  Memoria.Verdad. Justicia. Centro Cultural Haroldo Conti, 26 de septiembre de 2015.

jueves, 27 de agosto de 2015

Risa con color trágico


Othelo, termina mal, recientemente en el CCK
y ahora de nuevo en La Carpintería
Una tragedia para morirse de risa: Othelo, termina mal, la versión en clave de clown del clásico shakespereano de Gabriel Chamé Buendía.
En un mar de tela navega un barquito de papel que traslada al Moro a la isla de Chipre. Desdémona mira embelesada a su Othelo y pega “grititos de amor” que hacen la delicia de los espectadores. Telas multifuncionales, cubos, gusanos de telgopor que devienen espadas son la materia rústica que se multiplica en una polifonía de sentidos en manos de cuatro payasos formidables.
La mirada desde el humor resignifica el hecho trágico, lo expande,  lo abre a otros sentidos.
La farsa potencia la tragedia. Muerte y de pronto, un gag. Y la risa estalla, poderosa, en la platea. Esta tragedia bufa está atravesada por una lógica otra, donde corren paralelamente estremecimiento e hilaridad. El contrapunto en la emisión diversa de los actores permite que el chiste, tomado seriamente, tenga más fuerza, lo que resulta en un crescendo de la tensión dramática. Y el efecto es multiplicador. El horror y la carcajada, como el mar y el cielo de Chipre, compiten y se amalgaman en una escena sin concesiones.
Disparate, potente acción dramática y poesía  recrean un Shakespeare audaz, vigoroso. Más vivo que nunca. El imperdible Othelo de Gabriel Chamé Buendía y sus actores. 

Ficha técnica:
Autor: William Shakespeare
Adaptación: Gabriel Chame Buendia
Actúan: Matías Bassi, Julieta Carrera, Hernán Franco, Martín López Carzolio
Vestuario: Gisela Marchetti
Escenografía: Jorge Pastorino
Diseño de luces: Jorge Pastorino
Diseño sonoro: Sebastián Furman
Fotografía: Gianni Mestichelli
Diseño gráfico: Matías Bassi
Asistencia de escenografía: Cecilia Stanovnik
Asistente de producción: José Luis Des Justo
Asistencia de dirección: Justina Grande
Asistencia De Escenas: Carola Fiadone
Prensa: Ezequiel Hara Duck
Producción ejecutiva: Micaela Fariña
Producción: Buendia Theatre
Jefe técnico: Fred Raposo
Dirección: Gabriel Chame Buendia
Teatro la Carpintería (Reestreno 2015) Jean Jaurés 858
Jueves 21horas, viernes 20 horas.    



jueves, 20 de agosto de 2015

Zapatos vacíos

"Se cayó sobre sus múltiples patitas, dando un pequeño grito".
La Metamorfosis,  Fanz Kafka
Una escena dividida por un biombo. Es la sala de estar donde la familia Samsa se demora saboreando scones, mientras en la habitación contigua Gregorio Samsa se despierta de su sueño desasosegado, con un cuerpo otro, desconocido. Un cuerpo en torsión, vientre convexo y patas ingobernables.   
Iván Vitale hace cuerpo este advenimiento de lo monstruoso en La metamorfosis de Franz Kafka que, con la adaptación dramática y dirección de Alfredo Martín, se presenta por estos días en la cartelera porteña.
Sin artificios ni grandilocuencias.Sólo el gesto corporal y una delgada mancha pardusca que atraviesa su sien son las señales de la ominosa transformación del personaje. Aluden, acaso, a la sustancia pegajosa, ahora estructural, de su cuerpo de insecto.
Los zapatos dispuestos al pie de la cama, zapatos que Gregorio ya nunca volverá a usar, denuncian la desesperación de ese cuerpo en transformación. Después, los zapatos se guardarán dentro de una caja, al igual que el resto de los objetos de esa habitación que, de a poco, se irá vaciando de los vestigios de lo humano.  
Gregorio intenta, dolorosamente, comer los alimentos fermentados que le ofrecen. En una escena estupendamente jugada, es violentamente hostigado por la criada con un paño, la misma criada que minutos antes codiciaba su camisa, ahora, inservible. Una cuidadosa musicalización apoya la impiadosa metamorfosis del personaje, sus tensiones, sus movimientos. Sonidos disonantes que hablan de otra disonancia, feroz. No por azar, la partitura ordenada cuidadosamente en un atril, presente en la escena desde el comienzo, termina desparramada por el piso promediando la pieza. Hojas desordenadas. Lo monstruoso es un desorden que viene a quebrar un mundo dudosamente equilibrado. 
Expulsado de su familia, de su humanidad, Gregorio “se seca”. La patita colgada del aire. Una luz potente irrumpe sobre ese cuerpo antes confinado a la oscuridad. Los otros se van a tomar aire fresco. En ese desentendimiento, ¿dónde reside la verdadera monstruosidad?

Ficha técnica:
Dramaturgia: Alfredo Martín, a partir del cuento de Franz Kafka.
Intérpretes: Iván Vitale, Cinthia Demarco, Daniel Goglino, Victoria Rodríguez Montes , Brenda Margaretic, Eduardo Pérez, Gabriela Villalonga, Mariano Scovenna, Pablo Mingrino, Francisco De Vita, Nicolás Fabbro.
Trabajo Corporal:Armando Schettini.
Asesoramiento Artístico: Marcelo Bucossi
Asistente de Dirección: Iñaki Bartolomeu.
Escenografía: Alejandro Mateo.
Iluminación: Leandra Rodriguez.
Musicalización: Mariano Schneier.
Vestuario: Ana Revello.
Fotografía: Daniel Goglino y Sol Atta.
Diseño Gráfico: Gustavo Reverdito.
Puesta en Escena y Dirección: Alfredo Martín.
Teatro Del Borde (Chile 630). Sábados 20 horas..

lunes, 10 de agosto de 2015

En Cartel: El don

El don, Griselda Gambaro
En un mundo donde lo acariciado es el mal, donde se olvida hasta el nombre del crimen, Márgara predice ante multitudes un futuro sin catástrofes, sin maldad. Un porvenir donde la muerte sea un sueño de sábanas limpias. Entonces, todos juntos podremos salvarnos y ayudar a otros a salvarse.
Visión de caballitos en el cielo. ¿Predicción o deseo? En todo caso, las predicciones para que se cumplan deben ser escuchadas. Esto es lo que propone El don, obra inédita (2013) de Griselda Gambaro, que se estrenó el último sábado en el Teatro Nacional Cervantes. 
La dirección de Silvio Lang, apoyada en un interesantísimo trabajo coreográfico a cargo de Diana Szeinblun, apuesta a un texto multiplicado en el  lenguaje de los cuerpos. Cuerpos estremecidos, sombras de cuerpos en la tormenta.
La realidad desmiente a la desafortunada Casandra que vive en la piel de Cristina Banegas. Ni la Naturaleza responde, la tormenta arrasa las barcas, inmisericorde. El amor tampoco responde, Sonia, su hija, es violentada por su marido. La muerte llega sin sábanas limpias. Entre la violencia o la intemperie, la madre y la hija y una enternecedora canción de cuna. 
¿Creer en la bondad es un delirio de caballitos con penachos de colores?

Ficha técnico artística
Autoría: Griselda Gambaro
Actúan: Cristina Banegas, Belén Blanco, Claudia Cantero, Marcelo Subiotto
Vestuario: Renata Schussheim
Escenografía: Gonzalo Córdova
Iluminación: Gonzalo Córdova
Asistencia de vestuario: Laura Copertino
Asistencia de dirección: Marcelo Mendez
Producción: Yamila Rabinovich
Música original y en vivo: Pablo Cecere
Coreografía: Diana Szeinblum
Dirección: Silvio Lang
Teatro Nacional Cervantes, Temporada 2015.

domingo, 28 de junio de 2015

Entretextos

Johann Heinrich Füssli, The nightmare
Una mujer dormida yace en la cama y tiene un íncubo sobre el pecho. En segundo plano asoma la cabeza de un caballo de aire fantasmal que contempla la escena. Es el sueño, pero también un tratamiento singular del claroscuro.
Bien podría ser Henriette, ese personaje teatral que duerme plácidamente frente a la mirada demorada de Heinrich. Henriette se despierta, sobresaltada. En la oscuridad de la noche, “pesadilla”, dicen las didascalias. Un íncubo. 
Un texto pictórico y un texto teatral frente a frente. De esto se trata Entretextos. La mirada intertexual de Alejandro Tantanian, ponencia presentada por Lydia Di Lello en las VII Jornadas de Investigación y Crítica Teatral.    
El dramaturgo Alejandro Tantanian reconoce a Johann Heinrich Füssli (1741-1825) y su universo nocturnal  como a uno de los artistas que formaron parte de su imaginario en la creación de Sumario de la muerte de Kleist. Se refiere particularmente a la pintura La pesadilla (The Nightmare, 1781), también conocida como El íncubo
“Nunca sabremos con certeza si las criaturas de Kleist  están despiertas o yacen abismadas en las más aterradoras de las pesadillas. El dormir, para Heinrich von Kleist, “es la inequívoca representación de todos los íncubos posados sobre todos los pechos en la más oscura y profunda de las noches posibles” dice Tantanian.
Luces y sombras se enhebran intensamente en la tela de Füssli. Sobre un fondo penumbroso, una luz ominosa, teatral, se demora sobre el cuerpo blanco de la mujer. Esta misma dramaticidad se respira en la pieza de Tantanian. Sus personajes envueltos en tinieblas son heridos por una violenta luminosidad. Pura luz y noche profunda construyen el universo de Sumario

lunes, 15 de junio de 2015

EN CARTEL

Tan gris, tan primaveral. Foto: Fabián Caero
La nariz roja, la máscara más pequeña del mundo, permite que emerja  la fragilidad del individuo, diría Jacques Lecoq. Esa nariz, diminuta y sin embargo ineludible, transforma los cuerpos, abre esclusas. Su utilización todo lo modifica. Más aún cuando el uso de la nariz aparece como discordante. Este es el caso de Tan gris, tan primaveral, un espectáculo que articula clown y dictadura  presente en la cartelera porteña.
Una  fuerte tensión atraviesa los personajes, todos con su nariz roja, en una clave clownesca de los cuerpos dispuestos a exponer lo irrisorio de sí mismos, pero presos en lo que se devela como un centro de detención. Este contraste feroz multiplica sentidos e interroga desde un lugar otro.
Un personaje avanza torpemente, detrás de una pila de cajas, Las cajas se caen, claro. El cuerpo se quiebra y sigue avanzando, quebrado. Ese cuerpo dislocado, que da risa, ¿es meramente un cuerpo farsesco o alude, también, a un cuerpo quebrado por la tortura?
Hay otro  modo de la resistencia, otro modo de la memoria, acaso el más poderoso, neblinoso pero vigorosamente popular: la risa.

Ficha técnica:
Clowns: Paula Cohen Noguerol, Alejandra Martínez, Anibal Brito, Luciano Rojas, Andrés Etienne, Fabián Caero
Dramaturgia: Tato Cayón
Dirección: Fabián Caero
Asistencia de dirección: Yanina Grasso
Producción: Michelle Wejcman
Vestuario: Celina Baribieri
Escenografía: Serendipia Teatral
Construcción Maquina: Osvaldo Melián
Fotografía: Luciano Rojas
Diseño Gráfico: Agustina Belen Perez
Video: Rodrigo Pedro González, Hernán Rodríguez Glossman
Prensa y comunicación: Cecilia Dellatorre y Analía Cobas

Sábados 22 horas, Centro Cultural El Deseo, Saavedra 569 CABA.

domingo, 12 de abril de 2015

Las piruetas de la muerte

Foto: Yamila Mónaco
Alguien atrasa el reloj, lo adelanta, como si eso fuera posible. En todo caso, el tiempo de la vida es amenazado por la hora señalada de la muerte y eso sí es posible.
El tiempo de la vida y el tiempo de la muerte  conforman el eje dramático alrededor del cual se desarrolla la acción vertiginosa de Arlequín, Pierrot, el Dottore y Colombina redivivos. El lenguaje de La Commedia dell’arte late enérgico en Tamorto (Romance de Arlequín y la muerte), presentado en el marco del Festival Humoris Causa que se desarrolla por estos días en el Centro Cultural de la Cooperación. 
Tamorto despliega infinidad de técnicas teatrales. En el ímpetu de la acción se echa mano a los recursos del clown, del bufón, del payaso de circo. Todo marcado por la música, el canto, la percusión. Máscaras que se desenmascaran para tomar un respiro de la acción, enternecen en su vulnerabilidad.
Como señala irónicamente el título de la pieza, Arlequín está sentenciado desde un principio. Morirá a las doce pero en “el entre” de la muerte que es la vida, Tamorto nos regala la risa. 

Ficha técnica
Actúan: Jorge Costa, Emiliano Larea, Julia Muzio, Fernando Pérez, Valeria Stilman
Músicos: Fernando Pérez
Vestuario: Almendra Vestuarios
Escenografía: Jorge Costa, Emiliano Larea, Fernando Pérez, Valeria Stilman
Máscaras: Alfredo Iriarte
Diseño de luces: Jorge Costa, Emiliano Larea, Roberto Sánchez
Diseño gráfico: Julia Izaguirre
Vestuario: Almendra Vestuarios
Escenografía: Jorge Costa, Emiliano Larea, Fernando Pérez, Valeria Stilman
Máscaras: Alfredo Iriarte
Diseño de luces: Jorge Costa, Emiliano Larea, Roberto Sánchez
Diseño gráfico: Julia Izaguirre
Dirección musical: Fernando Pérez
Dirección: Jorge Costa, Roberto Sánchez
Prensa: tehagolaprensa

Funciones
Viernes 23 horas. Belisario Club de Cultura
Corrientes 1624 Ciudad Autónoma de Buenos Aires

domingo, 15 de marzo de 2015

Morir de poesía

Foto de Ernesto Donegana
Durante medio siglo
la poesía fue
el paraíso del tonto solemne.
hasta que vine yo
y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
echando sangre por boca y narices.

Poesía militante. Poesía que rasga el aire. Poesía que se canta a viva voz. Lengua de la tierra que se hace cuerpo en la voz vigorosa de Patricio Contreras. Voz musicalizada por Diego Penelas. Voz hecha espacio, espacio escénico, por Alejandro Tantanian.
Esto es 
Patricio Contreras dice Nicanor Parra
un espectáculo bello, intenso, singular, que se presenta los viernes en el Centro Cultural de la Cooperación.
Quizás el acmé, el momento de máximo esplendor, es precisamente, cuando los tres artistas convergen en el Poema defensa de Violeta Parra. unen su presencia, su canto, secundados por un coro de jóvenes actores. Multiplicación de voces, una sola voz. Goce teatral puro.

Ficha técnica
Actores: Patricio Contreras. 
Felipe Díaz, Juan Gabriel Miño, Camilo Polotto
Selección de textos: Patricio Contreras
Música original, dirección musical y piano: Diego Penelas
Espacio, luz, musicalización y dirección: Alejandro Tantanian
Diseño gráfico: Nicolás Lodigiani
Fotografía: Ernesto Donegana
Asistencia de dirección: Alberto Antonio Romero
Producción: Mónica Paixao
Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación. Corrientes 1543. Viernes, 20 horas (8 únicas funciones).

martes, 6 de enero de 2015

Shakespeare después de Auschwitz

En el triste traje de prisionero de Ricardo III hay una estrella amarilla que lo señala, lo estigmatiza, lo victimiza. Éste es el oxímoron, la máquina que mueve la puesta en escena: el asesino es una víctima.
El cuerpo del protagonista es, en sí mismo, un cuerpo del sacrificio. La misma tensión atraviesa a los secuaces del tirano. Los verdugos visten casco y capote de oficiales nazis, pero sobre ellos se advierte la indisimulable marca del horror.
Mi análisis del Ricardo III de Jorge Eines en Palos y Piedras, la revista on line del Centro Cultural de la Cooperación, N° 21 [Diciembre 2014].

Shakespeare después de Auschwitz, Lydia Di Lello