Múltiplo. Concetto Spaziale. Lucio Fontana |
Lucio
Fontana (1899-1968) rompe el lienzo. Lo agujerea, lo rasga. Un gesto radical constituido en
forma. Conquista la tridimensionalidad hiriendo la superficie. Tajea el
soporte, el lugar de la representación. Al hacerlo el artista reenvía a la materialidad de la tela. Es una materia
que se rompe pero que inaugura un nuevo espacio, el que se abre en esa herida
que hace visible el más allá de la tela. El agujero abierto por el tajo tiene
bordes que atrapan la mirada. Bordes que revelan el vacío. En la herida penetra
la luz generando claroscuros. Penetra
también el aire, el mismo aire que respiran los ocasionales
espectadores.
Sus
tajos en telas monocromas, entonces, no son un gesto arbitrario, ponen en crisis el concepto de cuadro al
tiempo que constituyen una interrupción de la continuidad plástica. Una pintura
que busca superar su límite.
Análogamente
Emeterio Cerro es un teatrista que desgarra. Opera sobre la página de sus
textos teatrales como si fuera un lienzo. Su modo particular de disponer las
palabras reenvía a la materialidad de la página. La superficie de inscripción,
el soporte también aquí, pasa a un
primer plano. Los blancos del vacío avanzan sobre el negro de la letra escrita
resaltando los bordes. Y los bordes, sabemos, nunca son inocentes.
Nuestro dramaturgo juega con el lenguaje para
evidenciar su desajuste. El lenguaje se vuelve opaco, ya no comunica. Se
despliega como pura superficie. Disonancias, tartamudeos, mezcla de distintas
lenguas, iteraciones, neologismos. Sentidos que proliferan en un permanente
desplazamiento. Cerro rompe, quiebra la
linealidad realidad-representación. Emeterio tajea la lengua.